Santa Elena (PER)

Dormimos allí sólo una noche. Un pueblito nuevo ya que el aluvión que se produjo hace un par de años desbastó a la antiguo Santa Elena. En la noche nos perdimos para encontrar las termas. En el día emprendimos la caminata hacia la hidroeléctrica y de allí a Aguas Calientes.

Aguas Calientes (PER)

Pueblo armado a orillas del Machu Picchu. Hermosa plaza central, pequeña y con un gran Inca en medio. Con lindos mercados, cantidades de fuentes y un metro que llega hasta la entrada. Nos dio un aspecto muy Disney.

Machu Picchu (PER)

Tratamos una mañana a eso de las 6 de cruzar el puente que une Aguas Calientes con el Machu, como nos había dicho una mujer de Santa Elena. Íbamos con la idea de entrar por el Camino del Inca. No pudimos, nos pidieron entrada ni bien llegamos al puente, por ende nos volvimos a dormir al hostal.

Esa misma noche hicimos 4 grupos de 2 y salimos rumbo al Machu en medio de una tormenta que facilitaría nuestra excursión en el sentido que no habría una flota de seguridad despierta. Llegamos en dos grupos de a 4 a la cima donde está la entrada luego de una hora y media de subir escaleras y caminos en medio de plantas, sin linternas y todos mojados.

En la puerta nos encontramos los 8 luego de que algunos trepásemos una tapia y otros cruzaran un mini precipicio, pudimos entrar. Hubo mucha linterna y un poco de caos. Mucha adrenalina.

Después pasamos la noche con mucho frió y completamente mojados en medio de unas terrazas incas y selva (habíamos llevado ropa para cambiarnos y estar secos pero se nos mojó todo y el cambiarnos sólo nos aseguraba que no nos vean embarrados, pero el frió seguía).

Al ver al primer turista llegar salimos disparados y nos fuimos todos al cerro donde los Incas adoraban al sol, el Inti Punku. Allí nos relajamos un poco y esperamos que se despejara un poco el cielo, cosa que nunca sucedió.

Al rato nos fuimos para la parte de la ciudadela. Llegamos a un mirador y nos quedamos casi todos tirados ahí viendo el espectáculo. Con sueño y mojados, algunos desplegamos ropa para que se secara. Colgamos, nos habían dicho que adentro anduviéramos de a dos o tres y que seamos bien turistas al estilo los chinos, pero no. Al rato pasó un guardia y nos pidió los tickets, tratamos de evadirlo pero no hubo caso y nos escoltaron 3 más de ellos hacia la entrada.

Allí nos pidieron los documentos y nos amenazaron, primero que nos iban a deportar y luego de que llevarían las copias de los documentos a la comisaría. Después de una charla de ética: en la cual nos dijeron que habíamos cometido un acto de lesa humanidad, ya que el Machu fue nombrado patrimonio de la humanidad por la UNESCO; nos llevaron al mercado de Aguas Calientes y nos dejaron ir. Lo único que nos dijeron es que no podíamos entrar al Machu Picchu hasta el otro día y no podíamos optar con la posibilidad de pagar la entrada de estudiante, que sale 20 dólares (la común es de 40). EN ese momento nos dimos cuenta que era todo un chiste. Que todo era una farsa. Que lo único que querían y que les importaba era la plata. De allí nos fuimos a comer y después de una noche turbia, aventurera y sin dormir, nos fuimos a descansar un rato. Así conocí un poquito al machu. Volveré... y me colaré.

Aguas Calientes (PER)

Juampi y Hernán decidieron que se volverían a casa, justo la noche en que los despedimos en Cusco nos encontramos con Santi.
(Santa Elena, Santa María)

Cusco 2ª parte (PER)

Nos quedamos un mes más en Cusco. Comenzamos a hacer malabares en Avenida Gracilaso junto a Tito. Tuvimos en esa hermosa ciudad inca una rutina deshilachada, donde el malabar, la sandwichería de David y Mama África eran fijas. Caminamos siempre por la Plaza de Armas, vimos mucho al Pachacutec y al Qoricancha. Conocí Sacsahuaman y el Cristo que mira a Cusco desde arriba. La piedra de los 12 ángulos nos gritaba que no la toquemos. Nos acompañaban día a día la Sole, Vilma, Hilda, Danielito y Blas.

Dejamos con Tito esta gran ciudad habiendo aprendido un oficio como el malabar y pensando otros recursos para el viaje. Nos tuvimos que ir ya que un lunes pasó la camioneta de migraciones y nos llevó a la comisaría. Luego de que nos hayan dicho que podíamos ser turistas pero no hacer malabares y pedir plata en los semáforos, firmamos un acta de compromiso y nos fuimos de allí.

Bruno y Santi se quedaron en Cusco paseando por diferentes trabajos. Vinimos llenos de esperanzas y nos vamos a realizarlas.

Lima (PER)

Nos quedamos en el coqueto barrio de Miraflores en el departamento de Maria Marta y Jorge, los tíos de Tito. Sentimos que entramos en un boxes a llenarnos de energía. Junto a ellos comimos asado (en la casa de Cuqui un amigo argentino de la pareja), también degustamos ceviche, chifa y platos criollos del Perú. Nos pasearon por el centro de Lima, nos trataron de 10.
Conocimos la Plaza de Armas y la San Martín, el centro de noche con sus hermosas luces y también me enfrenté por primera vez en mi vida ante el Pacífico. La otra gran masa de agua que baña este continente. Malabareamos en Barrancos. En el viaje desde Cusco conocí un poco más de los ricos suelos del Perú, los diferentes paisajes, desierto, cadenas montañosas y playas. Nos enteramos que Bruno está con hepatitis. Conocí el Estadio Nacional y su césped sintético, así como también el Monumental de la “U”, donde presencié Universitario contra Universidad San Martín.

Máncora (PER)

Primera playa del viaje. Pequeño asentamiento lleno de bares y surfers en la costa norte del Perú. Por allí pasa la Panamericana Norte. Me sumergí en esas hermosas olas del Pacífico. Trabajé en “Las Hamacas”, un abr con onda sobre la playa. En el bar de al lado trabajaba Tito y en el de la vuelta estaban Lor y Enzo, pareja argentina que nos ayudó a conseguir trabajo. Oscar, Tony y Paty fueron unos lindos personajes de allí. Conocimos varios mochileros argentinos como Vito, Gaby y su pequeña Ali y empezamos el viaje a Ecuador junto a Maite e Iván (los vasquitos), el Tano y el Turco. Perdí la cebrita, se quedó en las playas del Pacífico.

Puerto Pizarro / Isla del Amor (PER)

Estuvimos nuestros últimos 4 días de Perú en una linda isla en medio de esteros y manglares. Éramos los únicos turistas en ese pequeño pedazo de tierra. Comimos muchos frutos de mar, también nos acompañaron el bulbito, las hamacas paraguayas y conocimos el mus. Descansamos y nos relajamos, la suavidad auténtica. Nos despedimos de este hermoso país que supo cobijar a los Incas en sus años de apogeo.

Frontera: Tumbes/Aguas verdes (PER) – Huaquillas (ECU) (12-04-07)

Un día muy largo. Comenzó con una discusión en Pto Pizarro por el precio de un paseo que no nos pareció nada de lo que nos habían dicho. En el trámite de salida del Perú, cambiamos dólares y nos quisieron cagar algunas monedas gringas. En la entrada a Ecuador nos enteramos que había paro de vehículos públicos y que donde teníamos que hacer los tramites quedaba a 2km y medio. Nos llevó un viejito en su camioneta, al parar en migraciones unos encapuchados bajaron de un taxi y al grito de “Estamos de paro” le pincharon las gomas, con nosotros ni se metieron. Allí el Turco se dio cuenta que no había firmado la salida de Perú y tuvo que volverse. En la espera nos topamos con un monito. Luego hicimos como 4 km por la carretera, caminando con las mochilotas bajo el sol y en medio de cortes de ruta al estilo piqueteros con gomas quemadas y barricadas. Entrando la noche comenzamos el viaje en micro hacia Cuenca.

Cuenca (ECU)

Hermosa ciudad colonial, fundada por españoles situada en medio de valles ecuatorianos. Verde y con 3 ríos que la atraviesa. El puente del río Tomebamba supo estar lleno de buenos momentos. También disfrutamos de lo impresionante de las puertas enormes de mármol, de las noches en la terminal y en la casa de Luis, donde nos hospedamos junto a algunos colombianos que hacían un viaje como nosotros pero a la inversa, de norte a sur. Gracias a la dolarización un sábado hice 50 dólares en monedas de a centavos en el semáforo. Muchas y aplastantes partidas de mus. Hermosas calles, uno se sintió en una vieja y cuidada ciudad española, parecida a Cusco pero sin la magia incaica. Junto a la familia circo y el doctor Santi fuimos a una comunidad que está en una lucha contra las mineras, Victoria del Portete, gente ganadera. Comimos con ellos, presenciamos un bingo y fui el compañero de Ali mientras Gaby y Vito llenaban de risas el patio del pueblo. Volvimos junto a los músicos. Una hermosa experiencia.

Conocí el estadio del Deportivo Cuenca y fuimos al Parque Nacional El Cajas. Nos vamos con tito para Montañitas en busca de la cuadrilla.

(Guayaquil)