Hice lo mismo que el día anterior pero a la inversa. Lo bueno fue que la entrada a Venezuela la sellé en otro puesto migratorio y safé de pagar el impuesto que debía del día anterior. Cambié pesos colombianos por bolívares y emprendí mi viaje a San Cristóbal en un carro por puesto que se quedó un par de veces en el camino.
(San Cristóbal)
(Mérida) La cuadrilla había leído el mail y me esperaban en
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