Sellamos bien y en el Ormeño cruzamos frontera. A eso de las dos menos cuarto de la tarde, en Aguas Verdes, nos retrasamos porque la aduana tardó en revisar las cajas de algunos peruanos.
Cerca de Mancora nos bajamos y hubo un exhaustivo control de maletas que nos demoró. Paramos en Mancora a comer a eso de las 5 de la tarde, allí hubo muchos recuerdos, en este lindo balneario por ejemplo hace ya 3 meses y medio nos conocimos con el Tano.
El sábado 21 (cumple de Maru) a las 8 de la mañana y con 12 horas de retraso llegamos a Lima. Se terminó la odisea del Ormeño. En la capital peruana comimos, nos bañamos (en las duchas de un estacionamiento), mandamos mails y emprendimos viaje hacia Desaguadero, frontera con Bolivia. Con suerte el domingo a la tarde le haré conocer el Carretero al Tano.
Nos tomamos el micro Flores a las 3 de la tarde y luego de pasar por Chincha, Ica, Puno y de bordear el hermoso Titicaca llegamos a las 4 de la tarde del domingo
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